Ser Joven Favorece Oportunidades pero no Garantiza Tener el Mismo Porvenir Económico Siempre
Enero 30, 2016
En la etapa universitaria y durante el fin de la misma, es cuando los jóvenes empiezan a devengar sus primeros ingresos independientes, sintiendo el poder en sus manos, creen poder invertir libremente lo que ganan, pues no han de asumir responsabilidades completas aún. ¿Es esto sabio?
Si bien, las experiencias dejan mejores huellas en la vida que lo que se compra o las horas trabajadas, es importante resaltar que cada experiencia debe ser proporcional a los ingresos que se ganan.
Muchas veces, los jóvenes consideran que porque lo padres les dan aún posada, o porque su núcleo de amigos tiene mejores
situaciones financieras, él debe alcanzarlos y asumir un estilo de vida semejante. Aquí es donde surge el problema.
Quererse dar un gusto luego de haber estado ahorrando, está bien. Pero fingir el poder pagar gastos y gustos solo por invitar a los amigos, llamar la atención o querer alcanzar un status de vida superior al que se maneja, sí son un error.
¿Por Qué es un Error?
Es aquí cuando surgen las
deudas más grandes, pueden empezar con un pequeño préstamo para viajar o utilizar la tarjeta, luego conforme las expectativas crecen los gastos más ascienden, las deudas también y ¡oh lala! Ya no alcanza el dinero ni para los transportes.
Recuerde que cada gusto, picardía o aventura que emprenda debe ser proporcional al dinero que devenga, nunca sobrepasar a su salario.
Aunque con libertad y juventud, uno cree tener el mundo, debe ser consciente que el mundo del mercado está diseñado para tentarlo constantemente, incluso sobre el futuro laboral que usted pueda tener.
Claro que es muy agradable poder tomarse unas cervezas en la zona rosa, o comer en un restaurante lujoso, pero ¿qué tan beneficioso es hacerlo, cuando sus ingresos no son tan altos?
Va a convertirse en uno de esos hombres que piden prestado a todos por apariencia: "no alcanzó a sacar dinero", "justo dejé la tarjeta" o "présteme y en la quincena le pago", que cuando tienen el agua al cuello sencillamente no paga, re-financia las deudas que ya posee, pero sigue comprando ropa costosa.
Aunque la vida es una sola, hay que disfrutarla al máximo teniendo en mente que hay un porvenir, no solo es el momento sino las consecuencias de este. Algo tan sencillo como
ir a cine: usted va y paga la boleta, pero luego le da hambre, así que decide comprar algo e invitar a su novia, por lo que todo cuenta por dos.
Luego salen tarde de la función y deciden tomar un taxi, y quizá comer un helado de regreso. Del valor inicial de una sola boleta de $12.000 pesos, su inversión terminó siendo de $70.000 pesos, casi la mitad de sus pasajes. ¿Está en condición de pagar esto dos veces a la semana?
Conclusión
La mejor solución es que usted sea un buen administrador y planeador. Si desea viajar, estipule una fecha y comience a ahorrar, recuerde que muchas agencias le permiten apartar su vuelo con meses y hasta un año de anticipación, lo que le favorecerá en descuentos y tiempo para ahorrar.
Organice sus gastos de manera tal que pueda definir un porcentaje de ahorro como colchón o plan B, deje otro porcentaje fijo para la diversión del mes, sin que supere tal valor. Esto le permitirá tener un
control de sus gastos, disfrutando la vida sin poner en crisis su porvenir.