Libertad de culto en Colombia, ¿Existe?
Enero 17, 2016
El
artículo 19 de la Constitución Política en Colombia establece la libertad de culto de todas sus personas. Pero ¿Realmente se cumple este derecho? En Colombia, para evitar confrontaciones entre seguidores de una religión o creencia,
el Estado se promulgó como laico, para que no haya diferencias ni beneficios para una determinada religión.
Pero durante años
se ha favorecido al catolicismo y a la Iglesia Católica Romana, puesto que desde la Carta Magna se promulga el concepto de Dios católico. Pero esto va más allá, los gobiernos que se han establecido
siempre han puesto por delante la Iglesia Católica sobre las demás.
Sin embargo, hasta el momento no ha habido
conflictos sociales por una jerarquización de las iglesias. Este derecho le da a las personas también la facultad de poder
establecer una iglesia y mantener unos seguidores e incluso le da la potestad para recoger dineros sin supervisión de los entes del Estado.
Mala fe en el Culto
Hace unos años atrás hubo una denuncia a una congregación religiosa de evangélicos liderada por una pastora por
lavado de activos y enriquecimiento ilícito. La polémica no se cerró pero
no hubo tampoco una condena, debido a que no se pudo establecer de dónde se recibieron los dineros que manejaba esta iglesia.
El Estado
no tiene facultad para hacer intervención de los dineros procedentes de donaciones de feligreses. Con esta libertad que se le da a un ciudadano, se puede utilizar la imagen de Dios para recolectar dinero sin un supervisor del Estado.
Asimismo, otro punto que facilita que personas con intensiones negativas se lucren con las creencias de sus seguidores es que
cada quién puede crear una iglesia según sus propios dogmas.
Aunque culturalmente, Colombia tiene comunidades indígenas con variedad religiosa y permite el ingreso de comunidades
religiosas de otros países,
muchos utilizan esta facultad para manipular a las personas.
También está el hecho que el
artículo 19 no es claro en definir hasta dónde va este derecho, puesto que, en su afán de buscar nuevos seguidores,
muchas comunidades religiosas no entienden el derecho a la privacidad e intimidad de las demás personas.
Por ejemplo, es frecuente que algunos grupos evangélicos promuevan su fe entrando de manera abrupta a las casas. Aunque no es necesariamente un delito,
si está afectando el derecho a la intimidad y privacidad de los demás. Por ende, podría constituirse en una afectación a los derechos de los ciudadanos que no están congregados en esta religión.
Entonces,
la libertad de culto permite que todos los ciudadanos puedan creer y seguir la religión que deseen y formar grupos o comunidades para mantener esta fe. Y también faculta a sus ciudadanos a no profesar una fe o religión sino lo desean y nadie podrá obligarlo a creer.