Corrupción en Colombia: Los Extremos de la Desfachatez
Abril 30, 2017
La corrupción en Colombia ha llegado a extremos de la desfachatez. Es tan preocupante esta situación que incluso somos la burla de otros países. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para distraer la crisis en su país, ha dicho que en Colombia
la corrupción mata a los colombianos.
Y no es para menos, pues por cada peso que se destina a un político corrupto, se dejan de crear escuelas, carreteras y hospitales. Pero este problema no es solo de los políticos corruptos, sino de la cultura general colombiana que ha permitido que esta situación crezca.
Las Contralorías son las de mayor riesgo de corrupción
Las cifras son tan preocupantes que del total de entidades del Estado, incluyendo, contralorías, gobernaciones, alcaldías y demás, el 56 por ciento de todas ellas están señaladas de corrupción. Es decir, un poco más de la mitad de Colombia presenta algún acto sospechoso. Las Contralorías, los entes que deben vigilar que el dinero se use de forma adecuada son las que tienen más riesgo de cometer algún delito.
Dentro de la lista de
casos más sonados han sido: Odebrecht, Reficar, los comedores escolares, Interbolsa, La Guajira, el cartel de los pañales, el 'carrusel' de la contratación, Estraval… Odebrecht, el reciente caso de corrupción que señala al presidente Santos, al candidato del uribismo en las elecciones pasados, Óscar Iván Zuluaga, no ha tenido las repercusiones judiciales que sí ha tenido en otros países latinoamericanos, en donde se han llevado a juicio a expresidentes y a altos funcionarios del gobierno. Pero en Colombia no ha pasado nada.
50 billones de pesos se pierden al año
La misma Contraloría ha dicho que
cada año se pierden más de 50 billones de pesos en hechos o actos de dudosa ejecución.
Los contratos con el Estado, en gran parte, están amañados a empresas privadas que pagan comisiones a los políticos por permitir hacer parte de dichos contratos y de esta forma hacerse con proyectos que al final terminan costando mucho más de lo que inicialmente se planteó.
Pero lo trágico de esta historia no es el hecho que se roben el dinero del Estado y de todos los colombianos sino de que los políticos que comenten estos actos gozan de
impunidad en la justicia.
Muchos de ellos atraviesan un proceso largo que les permite al final concluir con una sentencia absurda sin devolución de los dineros robados o con multas que no alcanzan a cubrir todo lo que se tomaron indebidamente.
Ejemplo de ello es el proceso contra Palacino y los responsables del desfalco de SaludCoop, el cual hubo pérdidas de más de 1.4 billones de pesos en recobros al Estado. Este proceso continúa a pesar de llevar ya mucho tiempo. Otro similar es el caso Fidupetrol, en el cual Víctor Pacheco sobornó a jueces para que dictaran una sentencia favorable. Los implicados solo recibieron dos años de prisión.